Cualquier persona que esté sin trabajo por cualquier condición médica debería considerar solicitar el SSDI. Sin embargo, existen ciertos requisitos para poder optar a ella, entre los que se incluyen:

  • Haber trabajado durante aproximadamente cinco (5) de los últimos diez (10) años y haber pagado impuestos
  • Sufrir una lesión o enfermedad que le ha impedido o le impedirá trabajar
  • Ser incapaz de realizar física o mentalmente el trabajo que ha realizado en el pasado
  • Estar por debajo de la edad de jubilación de la Seguridad Social (66 años)
  • Tener un diagnóstico de un médico que apoye su reclamación